Título: La soledad de los números primos
Autor: Paolo Giordano
Editorial: Salamandra
Núm. pág: 194
Entre los números primos
hay algunos aún más especiales. Son aquellos que los matemáticos llaman primos
gemelos, pues, aunque permanecen próximos, entre ellos se interpone siempre un
número par. Esta verdad matemática es la hermosa metáfora que el autor ha
escogido para narrar la historia de Alice y Mattia, los protagonistas de la
novela, son dos "números primos gemelos", separados por un único
numero par que no les permite encontrarse, a pesar de estar tan cerca.
“Toda decisión se toma en
unos pocos segundos pero las consecuencias se viven el resto de la vida” afirma
Mattia pensando en voz alta. Mattia es un chico extraordinariamente inteligente
que vive atormentado por la protección que debe procurar a su hermana gemela,
que salvo en el físico, en nada más se parecen, puesto que ésta es retrasada.
Alice es una chica, hija
única, que vive bajo la mirada atenta y severa de su padre, persona que
identifica como diana a la que dirigir la culpa del accidente que le dejó una
pierna lisiada en su infancia.
Ambos, Mattia y Alice, fueron víctimas de
acontecimientos traumáticos que no supieron o pudieron, o quizá no quisieron
elaborar adecuadamente. No sólo su pasado sino cada una de sus decisiones posteriores
marcarán unas vidas de sufrimiento, con el deseo además de que el mundo entero lo
sepa, llevando consigo una señal física que represente sus perturbados
pensamientos. En definitiva, un chico y una chica aterrados por su pasado,
obsesionados por la destrucción de sus cuerpos, como si sus cuerpos tuvieran la culpa de
que ellos sientan encarceladas sus almas, como si no fueran las almas las que
construyen las propias rejas que las encierran.
El libro te atrapa desde
las primeras páginas. La historia te absorbe progresivamente, hasta el punto de
tener ganas de gritarle a los personajes lo que deben hacer, que no sean
tontos, que se decidan, que se sinceren, que griten, lloren y se desahoguen
dando rienda suelta a las profundas emociones que reprimen en lo más hondo
de su ser, y cuya única función en sus vidas consiste en provocar una sucesión
de dramas sin sentido.
Historia original, bien
narrada, con el justo número de páginas para evitar meter metralla; buena
caracterización psicológica de los personajes y sus circunstancias, prueba de
ello es que al recordar el libro, la historia que en él se cuenta, no recuerdas
sólo a los dos grandes protagonistas sino que te acuerdas también de todas
aquellas personas que los han acompañado en momentos de su vida, como Viola o
Denis. La soledad de los números primos se convierte pues en apuesta segura
para una recomendación literaria o un regalo.
Recientemente se realizó
la adaptación cinematográfica dirigida por Saverio Constanzo. No la he visto,
pero ni falta me hace. No la recomiendo: La soledad de los números primos es una historia contada para
ser imaginada más que plasmada en las inevitablemente explícitas imágenes de
pantalla.
Sobre el autor
Paolo Giordano nació en
Turín en 1982. Tan joven y con su primera novela La soledad de los números
primos, se convirtió en el escritor italiano ganador del prestigioso Premio
Strega en 2008. Giordano se licenció en Física en la Universidad de Turín y
realizó una de las tesis consideradas más notorias. Obtuvo una beca para
realizar un doctorado en física de partículas en la Escuela de doctorado en
Ciencia y Alta tecnología de la misma Universidad de Turín.
Sorprende pues que una
persona de números, de ciencias, haya escrito uno de los libros más vendidos y
aceptados no sólo por el público sino también por la crítica. Puede ser incluso
que haya sido mirado con recelo por autores más veteranos, tratado como un
intruso, un chico de números que escribe una buena historia y con un golpe de
suerte se la editan. Conociendo el cruel mundo del libro, seguro que Paolo
Giordano se ha sentido así en alguna ocasión. Pero la verdad es que a mí me da
igual. Me gusta leer una buena historia bien narrada y elaborada complejidad
psicológica de los personajes, y siempre que un escritor o escritora me la proporcione
le estaré agradecida, bien sea un intelectual bohemio filósofo de la vida, bien
sea una persona de números y ciencia.
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