jueves, 21 de julio de 2011

Alessandro Baricco


Yo no perderé la fe, no puede perderla Bobby. Lo que se me pasa por la cabeza es la geométrica caída de un muro –el instante en que cede un punto de la estructura y el conjunto se colapsa. Porque sólida es la pared de piedra, pero en el seno siempre lleva un encaje débil, un apoyo inseguro. Con el tiempo hemos aprendido con exactitud dónde se encuentra –esa piedra escondida que puede traicionarnos. Está en el punto exacto donde apoyamos todo nuestro heroísmo y todo nuestro sentimiento religioso: es donde rechazamos el mundo de los demás, donde lo despreciamos, por instintiva certidumbre, donde sabemos que es insensato, con total evidencia.
Emaús, página 90

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